No cabe duda de que el Tianguis Turístico es el punto de encuentro más importante para las personas que trabajamos en y con el turismo en México.
A veces suena como un paraje casi poético donde revivimos amistades y contamos anécdotas sobre jarritos de barro, fiestas multitudinarias o glamorosos cocteles; donde recordamos a los que ya no están, nos enterarnos de quien ha cambiado de posición, reconocemos a quienes han regresado al gremio y convivimos con los nuevos colegas turisteros que se suman cada año a la legión de honor del turismo nacional.
Es el momento más esperado por la agenda turística mexicana para dar seguimiento a algunas negociaciones que se han forjado durante años, para revisar contratos y para encontrar nuevos clientes y proveedores.
¿Innovar o conservar?
Hoy la tecnología ha cambiado la forma de hacer negocios en Tianguis y fuera de Tianguis, pero no ha logrado sustituir el gozo de encontrarnos personalmente y refrescar la memoria de las viejas andanzas. Tampoco existe una posibilidad más práctica y efectiva de conocer las tendencias del sector y analizar la competencia.
Tanto para quienes van por primera vez como para los viejos colegas, mi recomendación es que después de crear una agenda de citas muy bien seleccionadas para no caer en la clásica reunionitis sin sentido, además de asignar tiempo suficiente a lagratísima y conservadora posibilidad de abrazar a los amigos, lo que aún no sustituye la tecnología y no creo que vaya a reemplazar ningun aplicativo, vayan a Tianguis con una buena estrategia de inspección que les permita reconocer nuevos caminos para viajar y hacer turismo.
¿Observar o asimilar?
Hoy sabemos que para las empresas de todos los sectores, incluyendo a las turísticas, innovar es una necesidad para adaptarnos a los cambios que llegan a toda veloicidad ysobrevivir, o aún mejor: ser más competitivos en un entotrno cada vez mas orientado al desarrollo sustentable.
Los primeros esfuerzos por conceptualizar la capacidad de absorción en el campo del aprendizaje organizacional y su influencia en la innovación corporativa, surgieron hace unos cuarenta años. En aquel tiempo los ordenadores portátiles pesaban 23 kilos, todavía no vivíamos conectados a internet y por supuesto no teníamos banca electrónica, lo que nos obligaba a pasear por el Tianguis transportando nuestros flamantes portafolios colmados de contratos impresos, que intercambiábamos por cheques posfechados para garantizar las transacciones.
Desde entonces el mundo ha cambiado a pasos agigantados y diversos estudios han comprobado que nuestra capacidad de absorver y asimilar conocimientos para usarlos y adaptarlos a nuestro negocio, es el principal motor para la competitividad.Innovar no es inventar el hilo negro, es transformar el conocimiento en mejoras que enriquezcan nuestra oferta y nuestra vida.
¿Todo lo que brilla es oro?
Para asimilar el conocicmiento que llega a nosotros través de Tianguis, hemos de llevar algo más que un portafolios con contratos, una matriz para comparar lo mío contra lo suyo o binoculares para descubrir los productos más espectaculares, que a veces resultan ser solo fuegos artificiales que tardan más en prenderse que en apagarse y otras veces nos muestran el camino a seguir.
En la medida en que seamos capaces de absorver y digerir lo quesucede en otros territorios y otras empresas, podremos aprovechar lo que está germinando, irrummpiendo, deslumbrando o desvaneciendose en el cosmos turístico de México para actuar con oportunidad.
El Tianguis Turístico es mucho más que comprar y vender. Nos vemos en el Siglo XXI para abrazarnos, observarnos y asimilarnos.